Si algo caracteriza al latino Americano, en
especial al venezolano, es el ingenio y la creatividad popular, esto se ve
bastante representado en nuestro hablar donde encontramos una gama inmensa y en
crecimiento de nuestras expresiones mas populares. Francisco Javier Pérez, lexicógrafo y
docente de la Universidad Católica Andrés Bello, autor del “Diccionario del
habla actual de Venezuela” explica del porque este florido lenguaje del
venezolano, y en términos sencillos, una palabra o frase se instala en el habla
de determinada comunidad es porque posee una característica esencial: el uso
cotidiano del hablante, destacando que el valor cultural de la fraseología del
venezolano radica en que es un instrumento del comunicación coloquial.
Los orígenes de muchas de las expresiones,
generadas hoy en día se deben en parte por la gran influencia que genera los
medios de comunicación, especialmente la televisión en nuestra cultura. Sin
embargo, muchas de las frases más arraigadas tienen orígenes mucho más antiguos
de lo que creemos y en algunos casos tienen orígenes extranjeros, gracias a la
mezclas de personas de otras latitudes que vieron a contribuir a la
construcción del país, trayendo consigo sus forma de hablar y conformando así
este caleidoscopio de palabra y frases que hoy forma parte del glosario del
venezolano.
Sondeando la Internet, y algunos libros,
pude lograr encontrar los orígenes de algunas frases más comunes usadas por el
venezolano, y aunque cualquier esfuerzo que pueda hacer es corto para tener
todo el espectro de las palabras y frases, que hacen vida en la cotidianidad
del venezolano, sin embargo entre las más curiosas están:
Dame la cola: usada regularmente para pedirle a
alguna persona el favor de trasladarlo en su vehículo hacia algún lugar. Pues
su origen proviene de las batallas de
independencia, donde no había suficientes caballos para que todos los soldados
montaran uno. Así, muchos tenían que cubrir grandes distancias a pie. Por eso,
cuando les tocaba subir una pendiente, le solicitaban al soldado que iba a
caballo, mula o burro: Dame una cola, en otras palabras, dame permiso para
agarrarme de la cola del animal para subir con menos esfuerzo.
Corotos: palabra usada para referirnos a
las pertenencias personales, o algún objeto de pertenencia propia. Su orinen se
remonta a Antonio Guzmán Blanco, tres veces presidente de
Venezuela. Fue diplomático acreditado en París. En su estancia allí, su mujer
se aficionó por las pinturas del pintor francés, Jean Baptiste Corot, teniendo
una respetable colección, de la cual no se separaba. Cuando vivían en Caracas,
cada vez que se mudaban de casa, cosa que hicieron con alguna frecuencia, le
indicaba a los empleados que embalaban los enseres: Tengan mucho cuidado con
los “Corots”.
Una variante de la anécdota
atribuye dos cuadros de Corot al general José Tadeo Monagas. Al desplomarse la
dictadura monaguista el pueblo saqueó la residencia presidencia y arrastró por
las calles los dos Corot, particularmente apreciadas por el presidente. Uno de
los exaltados, al ver la suerte infortunada de los cuadros exclamó: ¡Adiós
corotos!. Pero otros historiadores discuten su origen y aseguran que los
orígenes son mas antiguos y que la palabra seria de orígenes indígena.
Macundales: al igual que los “corotos” se usa
para referirnos a objetos de pertenencia propia. Para abrirse terrenos agrestes durante el proceso de exploración de la
industria de los hidrocarburos en Venezuela a principios del siglo XX, se
utilizaron unos machetes ingleses o Norteamericanos de marca Mack and Dale (el origen de la marca
esta en discusión). Los trabajadores, cada día, a la hora de terminar la faena,
decían: “llegó la hora de recoger los Macundales!!”.
Échale pichón: generalmente usamos esta frase cuando se le pide un esfuerzo adicional a alguien para desarrollar una
tarea que requiere esfuerzo. En la época en la que no había acueductos ni
sistemas de distribución de agua, ésta se extraía con bombas manuales de origen
norteamericano que tenían una palanca que decía “Push On”, que derivó en
pichón. Échale pichón era: Dale a la bomba.
Guachimán: Es una expresión o modismo que se utiliza para referirse a un vigilante
o cuidador. Proviene de la degeneración de la expresión en inglés “Watch Man”.
Cachifa: es una forma despectiva de llamar al personal doméstico viene de
"k.chief", que es la abreviación anglosajona de “Kitchen
Chief” nombre que le daban los
norteamericanos a las jefas de la cocina o amas de llave.
Wilcho(a)/ Wircho(a): Forma despectiva de llamar a una persona de mal gusto,
imprudente y mal hablado. Algunas personas dan el origen de esta palabra a la
degeneración de la expresión en ingles “wild child”.
Llegó Pacheco: es una
frase clásica del caraqueño y algunas zonas de la región central, asociada a la Navidad y el comienzo del frío del fin de año. El nombre “Pacheco” tiene su origen en
un floricultor que, según la tradición, vivía en el Cerro el Ávila/Waraira Repano. En la
época de la Caracas “de los techos rojos”, todos los diciembres el señor Pacheco
llegaba a la Plaza Bolívar de Caracas huyendo del frío en su pueblo Galipán,
en las montañas del Ávila.
Eres un Viva la Pepa: se
aplica con las personas que viven del cuento, y que no mueven un dedo solo
contando con los demás. Esta expresión se origino en España la usaban los
liberales españoles en adhesión a la Constitución de Cádiz, promulgada el 19 de
marzo de 1812, en la festividad de San José Obrero. José padre putativo de
Jesús (p.p.) por esto a los que llevan ese nombre los apodan Pepe. Los liberales
en lugar de decir "viva la Constitución" gritaban "Viva la
Pepa" para no ser reprimidos. Pero es en Venezuela donde se usa con el
significado que hemos explicado.
Ñapa: Es el extra o regalo que da un vendedor cuando se
compra algo y se nos da un poco sin coste adicional. Es una palabra de origen francés “lagniappe” que
significa precisamente "dar algo más". Los comerciantes franceses realizaban sus
actividades en la época colonial ofrecían “lagnieppe” y los nativos
transformaron dicho vocablo francés en ñapa. Al perecer era una costumbre de
los comerciantes franceses pues hay registros de la misma tradición en Nueva
Orleáns, EEUU.
Musiu: se le llamaba así a
los señores, refinados y acaudalados de la Venezuela colonia. Su origen al
igual que la “ñapa” es francés, de la degeneración de la palabra francesa
“messier” que significa señor.
Birra: es un nombre con el
que se le conoce en Venezuela a la cerveza. Su origen es italiano que significa
cerveza
Se te
acabo el pan de piquito: una tradicional frase que usamos cuando se pierde algo
que se nos estaba dado de manera fácil y sencilla. Su origen obviamente tiene
que ver con pan, de una panadería muy famosa en la caracas de antaño llamada
“el Guanabano”, famosa precisamente por el pan de piquito, que era muy vendido,
así que cuando se acababa el panadero anunciaba “se acabo el pan de piquito,
que generaba cierta molestia al que esperaba para comprarlo. Desde esa época,
cuando un acontecimiento rompía la rutina se decía “se te acabo el pan de
piquito y el de locha también”.
Echarse las bolas al hombro: lo denominamos a las personas que tiene una actitud de indiferencia o
ser irresponsable al momento de asumir una tarea asignada. Esta palabra tiene
una connotación vulgar por creer que se refiere a los testículos, pero el
origen de la palabra se remonta a la dictadura de Juan Vicente Gómez, donde a
los presos se le obligaba a hacer trabajos forzados con grilletes que eran grandes bolas de hierro muy pesadas, con cadena larga y candado que se
ceñían a los tobillos de los presos, para evitar que huyeran. En algunos momentos, para aliviarse, se
echaba las bolas al hombro. Al preso que acostumbraba a hacerlo así, lo
calificaban de flojo, porque en vez de ir arrastrando las bolas con el pie, se
las echaba al hombro.
Pana: es una palabra
que usamos habitualmente para describir a una persona amigable y de confianza.
Puede tener diferente orígenes, el primero seria un origen indígena de la
palabra “panaca” que significa “familia”. Otro origen se sugiere por la
degeneración de la palabra en ingles “partner” que significa “amigo”. Pero
algunos cronistas venezolanos asocian la palabra a los chicos sanos que no se metían en
problemas y se reunían en las esquinas donde hubiera Panaderías y muchas veces
se referían a ellos, a esos chicos sanos como los “panaderías” o “panas”
indicando que son gente en el que sí se puede confiar.
En fin la lista
podría continuar buscando el origen de infinidades de frases y vocablos usados
por los venezolanos, gracias en gran parte de ellos por la influencia de otros
idiomas y que aun hoy se sigue enriqueciendo. ¿Conoces algún origen de un
modismo venezolano?
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